Las cucarachas son una de las plagas domésticas más abundantes y resistentes. Desde hace mucho tiempo causan un temor singular en los seres humanos que se encuentran con ellas.
Quizá sea su conocida afición a los ambientes insalubres. Tal vez sea la forma en que se desplazan. Incluso puede ser la certeza de que eliminar una población de cucarachas puede ser un reto importante. Sea cual sea el caso, la visión de una sola de estas molestias nocturnas es suficiente para asustar a cualquiera… porque donde hay una cucaracha, suele haber más.
De hecho, se calcula que entre el 78 y el 98% de los hogares de las zonas urbanas albergan cucarachas. A menudo, las personas ni siquiera saben que están ahí.
Las cucarachas son nocturnas y tímidas, por lo que incluso una gran población de este insecto puede pasar desapercibida. Además, tienden a vivir en lugares a los que los seres humanos rara vez llegan, escondiéndose en grietas y hendiduras, estructuras de madera, cubos de basura, desagües o incluso dentro de los electrodomésticos.
Como criaturas omnívoras de la naturaleza, tienen una gran variedad de fuentes de alimento para elegir. Algunas de ellas son bastante mórbidas, como la piel muerta o en descomposición, la sangre seca, las heces e incluso otras cucarachas. Pero normalmente prefieren comer los alimentos dulces y con almidón que se encuentran en las cocinas humanas o en la basura.
Las cucarachas se consideran animales repugnantes por una buena razón. En ciertos casos, pueden ser portadoras de enfermedades y bacterias, como la E. coli y la salmonela. Pueden contribuir a propagar otras infecciones, como la diarrea, el cólera, la disentería, la lepra y la fiebre tifoidea.
Además del riesgo de la picadura de cucaracha, la mera presencia de cucarachas puede empeorar el asma y otras alergias. Ciertas proteínas que producen las cucarachas pueden provocar ocasionalmente reacciones graves en personas propensas a las alergias.
Sin embargo, es poco probable que este insecto sea la causa directa de la propagación de una enfermedad, sino que cumple más bien la función auxiliar de facilitar sus síntomas.
¿Las cucarachas muerden?
Su papel como potencial portador de enfermedades supone una amenaza directa para la salud humana en caso de una picadura de cucaracha frecuente.
Aunque es raro, se sabe que las cucarachas pican a los seres humanos. Es más probable que se alimenten de cosas muertas que de las vivas. Si se alimentan de cosas vivas, suelen preferir picar piel, uñas o pelo muertos.
Los principales lugares donde se registra la picadura de cucaracha son la cara, las manos, la boca y los dedos. Esto puede deberse a que en estas zonas del cuerpo de una persona es más probable que haya restos de comida.
Aunque depende de la tolerancia al dolor de cada persona, es raro que la picadura de cucaracha sea muy dolorosa. A menudo se describen como una breve punzada de dolor que dura solo unos segundos.
A pesar del dolor transitorio, una picadura de cucaracha es bastante potente. Un estudio reveló que las cucarachas realizan mordeduras con una fuerza superior a 50 veces su propio peso corporal, es decir, unas 5 veces más fuerte que la mandíbula humana.
Es habitual que tras una picadura de cucaracha aparezca una mancha roja de 1 a 4 mm, de tamaño y aspecto similares a las causadas por las picaduras de mosquito u otro insecto similar. Estas manchas suelen picar y puede aparecer un sarpullido. Los individuos que son alérgicos a las cucarachas pueden tener una reacción más fuerte, incluyendo hinchazón, una erupción más significativa o un área roja elevada más grande.
Aunque el aspecto de estas picaduras es similar al de las picaduras de chinches, es posible diferenciarlas. La picadura de cucaracha suele ser aislada, mientras que las de chinches de la cama suelen aparecer en conjuntos o en líneas rectas.
Cómo tratar la picadura de cucaracha
Si sufres una picadura de cucaracha, la mejor manera de tratarla es utilizar los métodos que se emplean habitualmente para las mordeduras de cualquier otro insecto benigno.
El mejor consejo es evitar rascarse la picadura, ya que esto podría agravar aún más el problema en la piel y hacer que tu cuerpo sea más vulnerable a la infección.
Otras cosas que puedes hacer
- Aplicar una bolsa de hielo en la picadura durante 15 o 20 minutos varias veces al día.
- Mantén la zona elevada para minimizar la hinchazón.
- Utiliza una crema casera a base de lavanda o una crema de hidrocortisona. No obstante, asegúrate de consultar a tu médico antes de aplicar cualquier crema medicada sobre la piel.
Si la picacudra de cucaracha afecta a un niño o a un bebé, los tratamientos deben ser iguales a los de un adulto.
Presta atención a cualquier reacción que pueda tener el bebé, ya que no puede verbalizar sus síntomas. También pueden ser más propensos a hurgarse o rascarse, lo que puede empeorar sus síntomas. Si el enrojecimiento o la erupción duran más de unos días, puede ser el momento de consultar a un médico.
El sistema inmunitario de los niños no suele ser tan robusto como el de los adultos, por lo que el médico puede decidir utilizar medidas de tratamiento más drásticas ante las mordeduras.
Prevención de una picadura de cucaracha
La mejor manera de prevenir una futura picadura de cucaracha es evaluar el nivel de infestación al que te enfrentas. Llamar a una empresa de eliminación de plagas es un primer paso crucial para eliminar tu problema de cucarachas y el riesgo que implica para el ser humano.
Mientras tanto, mantener una buena higiene en el hogar siempre es uno de los mejores consejos para evitar que ocurra una picadura de cucaracha. Esto reducirá el número de lugares donde las cucarachas pueden vivir y reproducirse, es decir, reducirá las posibilidades de que ocurran picaduras.
Para prevenir las infestaciones de cucarachas, es fundamental:
- Barrer y aspirar regularmente.
- Lavar los platos inmediatamente después de las comidas.
- Fregar las encimeras.
- Sellar cualquier hueco o grieta en los cimientos y la infraestructura de tu casa.
- Eliminar el agua estancada o las tuberías con fugas.
Las cucarachas pueden parecer un enemigo terrible. Pero debes tranquilizarte sabiendo que, aunque sean asquerosas, rara vez te causarán un daño directo que requiera de muchos remedios. Poner en práctica medidas básicas de limpieza, estar atento y acudir a empresas cualificadas para controlar la plaga cuando sea necesario, te asegurará estar a salvo del peligro de las cucarachas.